Ascensión al Aneto (Montañismo)

Benasque

10 Julio 2010

Prueba superada

Después de la intentona fallida de hace dos años, volvíamos a intentar subir a la cima del Aneto, que con sus 3404m es el pico mas alto de los Pirineos. A la convocatoria nos apuntamos Nano, Victor, Carlota, Jesús (enanito), Carlos (pikado) y yo.

Al ser 6 fuimos en dos coches, la furgoneta Volkswagen Multivan Starline de Jesús y el Range Rover de Nano. 

Carlos no se podía creer que iba a tener prácticamente una cama a su disposición con sábanas y todo en el asiento trasero de la furgo.

No dudó ni un instante en hacer uso de ella tanto en el viaje de ida como en el de vuelta. Que jodío, algo mas descansado que nosotros si que iba. :-). Habíamos reservado en el hotel Llanos del Hospital porque el refugio estaba completo. Antes de llegar al hotel, paramos a cenar unos bocatas en Benasque.

En el hotel nos dicen que el desayuno es a las 4:30 y que el autobús que sube a La Besurta (en verano no se puede subir en coche) sale a las 5:00am, pero no desde el parking del hotel sino desde el parking del Vado del Hospital que está unos 500 metros mas abajo. Así que tendremos que madrugar y desayunar rápido para que nos de tiempo llegar a las 5:00 a la parada y no tener que esperar al siguiente que pasa a las 5:30. Las previsiones meteorológicas decían que por la mañana estaría despejado pero a partir del mediodía podía haber tormentas, así que no debíamos arriesgarnos a salir tarde.

Nos levantamos a las 3:45 am, desayunamos y salimos del hotel con los frontales encendidos para bajar a la parada del bus. El cielo está despejado y pueden verse las estrellas. Antes de subir al bus, hay que hacer la última comprobación de que llevamos todo.

Llegamos justo cuando llega el bus y nos ponemos a la cola. Vemos difícil caber con tanta gente pero al final entramos los 6 últimos apretándonos muchísimo y después de haber hecho una maniobra sutil. Hemos estado mas de un cuarto de hora esperando la cola ya que hay que pagar al subirse y eso lleva tiempo.

Por cierto que cobran casi 5€ por el viaje de ida y vuelta. Salimos a las 5:20 y en 15´ llegamos al parking de la Besurta. Volvemos a encender los frontales e iniciamos la subida hasta el refugio de La Renclusa. Es una hilera continua de gente que parece una procesión de luciérnagas.

La subida al refugio la hacemos a un ritmo mas bien alto. Se ve que estamos frescos y al ser aún de noche los desniveles parece que no se aprecian. Carlota y Víctor han llegado los primeros, tardando unos 20 minutos. ¡Que barbaridad!. Está claro que este ritmo no debe ser el ritmo de la subida. Son aproximadamente las 6:15 am cuando llegamos todos al refugio. Cogemos los crampones y piolet de Carlos, Víctor y Carlota. Nos hacemos la foto oficial de salida y emprendemos el camino.

Excepto Victor y Carlota, el resto vamos de corto, tanto pantalón como camiseta. La temperatura es buena aunque de vez en cuando sopla un poco de viento. Carlota tiene algún problema con las botas y unas ampollas que la han salido. Mal empezamos. Se pone unas tiritas y esparadrapo y continuamos. Comenzamos la subida y salvamos un desnivel importante los primeros metros, subiendo por pedreras un poco pestosas. Ya ha amanecido y abajo en el valle se levanta por momentos la  niebla.

Al cabo de una media hora Carlos y yo vamos por delante y vemos que éstos no vienen. Paramos a esperar pero tardan y no se les ve. Tenemos que ponernos algo de abrigo porque parados hace fresquete. Al cabo de unos 20 minutos llegan. Habían parado porque las botas de Carlota le producían rozaduras y se las intercambió con Víctor. Las había pedido prestadas y además de ser muy rígidas eran dos números mas grandes que los suyos. Ay, ay, ay, que estas cosas hay que tenerlas resueltas con anticipación y no esperar al último día.

Reagrupamos y en seguida nos encontramos con zonas de nieve. La gente se para a ponerse los crampones. Yo creo que todavía no es necesario pero al final decidimos ponérnoslos todos.

La subida por nieve siguiendo la huella se agradece, porque subir por las piedras es un poco coñazo.

Los bastones o el piolet de travesía vienen bien para estas situaciones.

Poco a poco vamos remontando y llegamos al pluviómetro, señal de que estamos junto al portillón superior. ¡Que bien, esta vez no hay perdida!. Tenemos que pasar algún tramo mixto con los crampones y se hace un poco mas complicado.

En el portillón hay que quitárselos para acceder al camino que va al glaciar. Desde aquí ya se divisa el Aneto que tiene unas cuantas nubes que impiden ver la cima. Este camino tiene mucha nieve y se puede ir bien por la huella sin los crampones. Llegamos a un punto donde la pendiente lateral puede ser peligrosa en caso de resbalón y nos volvemos a calzar los crampones.

A partir de aquí la pendiente aumenta y el avance es mas lento. Parece que el Aneto ya está ahí pero no se llega nunca.

Llegamos a las últimas palas y seguimos la huella aprovechando los escalones que se han formado, aunque de vez en cuando hay que adelantar a gente que se para a descansar.

Hay que mencionar que al dia siguiente juega España la final del mundial y había que animar al equipo como fuese y como ya habéis visto, Nano decidió subir con la camiseta de la selección.

Por fin llegamos a la antecima donde hay mucha gente parada, comiendo y esperando turno para cruzar el paso de Mahoma. Carlota ha subido fenomenalmente, está hecha una máquina.

Esperamos que lleguen Nano y Víctor que se han quedado un poco rezagados. Son las 11:30. Hemos cumplido con creces las previsiones de llegada a la cima, incluso habiendo parado varias veces.

El paso de Mahoma con tanta gente es peligroso. Te cruzas con gente en los pasos complicados y hay que extremar las precauciones. Mejor no mirar para abajo en los pasos expuestos.

Me decido y paso el primero. Después vino Carlos y un poco mas tarde Carlota, Víctor y Jesús. Nano no quiso arriesgar y se quedó esperándonos en la antecima. Le dio tiempo a echarse un sueñecito. Despues de los pasos mas expuestos, el resto es muy fácil.

Llegamos a la cumbre y nos hacemos las fotos de rigor, tanto en la cruz como en el monolito de la Virgen del Pilar.

Hay un poco de niebla y no se ve bien el paisaje de fondo. Lástima.

Luego llegan Jesus, Victor y Carlota y repetimos las fotos. La vuelta por el paso de Mahoma en principio me parecía mas difícil pero una vez allí resultó ser mas fácil que la ida.

Una vez superado el paso, aprovechamos que hace buen día y comemos antes de emprender la bajada. Aunque no habia mucha cobertura consigo hablar por el móvil con Nuria que en esos momentos está subiendo con Ivan al pico Mulleres desde el túnel de Viella. Me dice que va a hacer una foto del Aneto desde allí. Esta es la foto.

Para la bajada decidimos no ponernos los crampones y probar en la primera pala. La nieve está blanda y la capa de abajo lo suficientemente dura para no meterte hasta la rodilla así que se hace muy bien la bajada, yendo deslizando con las botas y metiendo el talón de vez en cuando para frenar. Fue un acierto traer las polainas para evitar que se meta nieve en las botas y se te queden los pies helados. Carlota y Víctor deciden que es mejor tirarse al suelo y bajar  deslizándose. De vez en cuando usan el piolet para aminorar la velocidad de bajada. Lástima no haberse traído los esquís cortos para poder bajar esquiando.

Antes de llegar al portillón paramos en la misma piedra que lo hicimos a la ida y nos hacemos la foto de despedida del Aneto, que ahora si se ve la cima.

Se me habia olvidado que cruzar el portillón significa subir y trepar un poco. Menos mal que las piernas todavía no estan muy resentidas, asi que lo hacemos sin problemas.

Después de pasar el portillón y las últimas zonas de nieve, se produce el momento gracioso del día. Tras una parada para descansar y ahora que vamos a empezar el descenso por las piedras, comentamos que es muy pestoso bajar por estos bloques a lo que Nano dice "A mi las piedras no me dan miedo", No ha terminado de decir la frase cuando se resbala en un piedra mojada y se va al suelo de culo dándose con la rodilla en una roca saliente. Se hace una pequeña herida mientras el resto no tenemos mas remedio que descojonarnos. "A mi las piedras no me dan miedo" jajaja.

A mitad de camino de la bajada sin nieve hay paisajes especialmente bonitos, con el ibón al fondo.

En los últimos tramos de bajada antes de llegar al refugio, me molesta la rodilla derecha sobre todo en los cambios de dirección. Tengo que parar de vez en cuando.

Es como si fuera a bloquearse pero afortunadamente no pasa de ahí y llegamos al Refugio, donde nos tomamos nuestra merecida cervecita. Dejamos los crampones y piolets alquilados. 12€ el conjunto. Nos hacemos la foto con el burro y bajamos hacia la Besurta.

Justo cuando nos quedan 10´ para llegar me doy cuenta que me he dejado el piolet arriba. Me cago en todo lo que se meneaaaa... Por un momento pienso por dejarlo allí y no subir, pero al final decido volver a por él. Pobrecillo, el no me abandonaría. Le dejo la mochila a Nano para ir mas ligero. Llego al refugio y allí estaba el piolet, esperándome. La bajada ahora sin mochila es mucho mas rápida. Me reúno con el resto en la Besurta y mientras esperamos el bus metemos lo pies en el riachuelo. Que sensación de bienestar después de un buen rato con los pies en el agua fría.

Cogemos el autobús de vuelta, que ahora si para en el parking del hotel, nos tomamos unas cervecitas con limón, ducha y homenaje en la cena, en el restaurante La Parrilla, donde trabaja una amiga de Carlos. Solomillos, vinitos, pacharán, etc. Terminamos en el Pub Cregüeña tomando unas copas y a las 2 nos vamos al hotel después de llevar casi 24 horas despiertos. ¡ Vaya paliza !, pero ha merecido la pena.

¡¡ Objetivo cumplido !!.