Los 10000 del Soplao MTB 2013.

Cabezón de la Sal.
18 May 2013

Se alinearon los astros.



Creo que nunca he pasado una semana entera mirando todos los días las previsiones del tiempo antes de una carrera. Y además mirando en varias páginas distintas, como si estuviera buscando la que diera las previsiones más benévolas. Y es que después de lo del año pasado en el Soplao había que estar preparado para cualquier cosa.

Parece que había un conjuro y se habían alineado todos los astros, porque todo apuntaba a que el sábado 18 de Mayo, en la zona del Soplao las íbamos a pasar canutas. La combinación de frio, agua, incluso nieve o granizo en zonas altas y el viento, no presagiaba una situación agradable.
Viendo el panorama se hablaba de que más de uno se estaba echando para atrás y ni siquiera iba a participar, pero en estas situaciones hasta que no estás allí, en el día D y en la hora H, no sabes que va a pasar.


Por si acaso ya habíamos estado toda la semana pensando la indumentaria a llevar, que si guantes de los de fregar sobre otros más finos, que si guantes de latex, cinta americana para evitar que se calasen los pies del agua que escurre por las piernas, camelback para llevar ropa y guantes de cambio, etc, etc. Vamos, una odisea y eso que todavía faltaban unos días.

Esta es la sexta vez que hago el Soplao, solo me he perdido la primera, que también fue épica por el tiempo, y de las cinco anteriores, en todas ha afectado la meteorología, o días muy inestables con lluvia, barro, etc, o uno de los años con un calor de pelotas. Y es que esto es así, en Mayo en Cantabria y con ascensiones por encima de los 1200m puede pasar de todo.

 
No sé cómo, en estas condiciones pude engañar a Ricardo para que se viniese con los Pikados. La verdad es que, o tengo un poder de convicción importante o Ricardo es un inconsciente, jajaja.
 
Para más INRI, el recorrido de este año también sufre modificaciones. Los primeros 25 kilómetros se cambian, no se muy bien por qué, y sobre todo los últimos 40km, para evitar la subida de vuelta por El Moral, coincidiendo bicis bajando y subiendo. Esto desde el punto de vista de la seguridad es más comprensible. Pero claro, el cambio del recorrido no iba a ser a mejor, que podría, sino a peor. Dos zonas que luego más adelante detallaré, pero que a priori hacia aun más exigente el infierno del Soplao.
Pues con todo este panorama, nos vamos a Cabezón de la Sal. El tema del alojamiento ya lo había gestionado perfectamente Chema como suele ser habitual y volvíamos a la Posada Sel de Breno, en Valoria, a 5 kilómetros de Cabezón, donde Blanca nos sigue mimando como siempre. Que encanto de muchacha. 
 
 
El viaje lo hacemos de dos en dos, Santi y Chema desde la Sierra, David y Juanvi y por otra parte Ricardo y yo en su coche. No sé cómo me las apañé pero fui conduciendo yo tanto el viaje de ida como el de vuelta. Los nervios de Ricardo al ser su primer Soplao, saltaban a la vista.
Durante el viaje, alguna tormenta, pero con intervalos también de claros lo que siempre te deja la esperanza de que el día siguiente no fuese tan malo como lo pintaban. Llegamos a Cabezón y somos los últimos del grupo, el resto ya han cogido los dorsales.
 

Hacemos lo propio y nos vamos a la casa rural para dejar el equipaje. Blanca ya nos tiene encendida la chimenea, nos ha preparado una quesada magnifica y un bizcocho enorme de chocolate que tiene una pinta que “paqué”.

Como ya es costumbre de otros años, nos bajamos a cenar al Palacio de Bracho, donde previamente ya habíamos elegido el menú Pre-Soplao. Ensalada de atún y tomate, espaguetis con ajo y gambas y filete de ternera con patatas. Para beber empecé con cerveza SIN pero después de ver la pinta que tenían las cervezas tostadas de trigo que sacó Jose no me pude resistir. Aunque ya no me acuerdo si fue una tostada o una rubia la que me tome. J
En otra ocasión no me lo hubiese perdido, pero esta vez, la final de copa del Rey entre el Madrid y el Atleti, no me importó mucho perdérmelo. Máxime cuando después de haber empatado a uno en los 90 minutos, hubo prorroga y nos dio tiempo a ver la parte final ya en la casa. Aupa Atleti.!!! Lo siento por Chema que se había llevado hasta una bufanda del Madrid. Empezaba bien el Soplao, jajaja.

Bueno que me estoy perdiendo en contar demasiados detalles pre-carrera y hay que ir al turrón. Ya de vuelta en la casa, y con las bicis desmontadas y dentro de los coches, nos vamos a la piltra. Nos han dado las 00:30. La bici elegida para la carrera ha sido la NINER, solo amortiguación delantera. Aunque después de lo visto la SCOTT doble no hubiese estado mal.
Dormimos menos de 5 horas, pero bien aprovechadas, al menos yo. Ricardo, Chema y yo compartimos una triple en el ático, mientras de David y Juanvi están en una doble y el señorito Santi recibió en suerte la individual con cama de matrimonio.

A las 5:15 empieza el movimiento. Si, si, a las 5:15 de la madrugada. Pero si la carrera es a las 8h!!!!. Pues si, porque ya sabemos que para evitar tapones importantes en la primera parte hay que intentar salir lo mas delante posible. Y para ello hay que madrugar.

Nos llevamos cada uno nuestro desayuno, Ricardo se lleva la cafetera y hace café y entre esto y alguna madalena casera que también nos dejo Blanca nos ponemos las botas. Mi menú de desayuno pre-competición, se basa en la dosis de potasio y magnesio con 2 pastillas efervescentes, un sándwich de pan integral con jamón serrano, y un bol de leche de avena con miel y cereales. Lo típico, vamos.
Una vez pasado por el baño para tener la tripa lo más ligera posible, nos vamos hacia la salida. Nos ha pillado el toro y llegamos más tarde que de costumbre. Además Ricardo y yo tardamos algo mas en montar las bicis, poner el dorsal, etc, y cuando llegamos ya hay bastante gente preparada. Y eso que aun no son las 7 de la mañana. El resto de pikados los localizo unos 50m por delante, que parece que no es nada pero se nota. A igualdad de estado de forma, calculo 1km por cada metro de retraso. Es decir que los alcanzaría a los 50km. Y casi casi, acierto.

La espera es agradable, el tiempo de momento nos respeta, no llueve, tampoco hace mucho frio, aunque la indumentaria elegida es de invierno. Voy con chaquetilla de invierno, guantes goretex, pantallon pirata, calcetines waterproof rematados con cinta americana y botas de invierno de goretex. Para que nada de piel quede al aire me cubro los gemelos con las medias de compresión Compresport. Además llevo la camel con 6 geles y 3 barritas, guantes y calcetines de repuesto, chubasquero, móvil, etc. No se el peso del conjunto pero no creo que llegase a los 2kilos. La bebida, un bote de 750cc con sales e hidratos, para poder repostar en los avituallamientos que fuesen necesarios. A priori no tenía ningún plan de paradas previsto.
Hay que dejarse llevar por las sensaciones de la carrera. A seguir las flechas.
 
 
Durante la espera y aunque ya se lo he contado en el viaje,  le voy resumiendo a Ricardo la estrategia para no petar. Y es tan fácil como tomárselo con la suficiente calma para poder tener fuerzas en cualquier parte del recorrido. Si llegas tocao a Ozcava o al Negreo lo vas a pasar muy mal. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica.

Lo que no se debe hacer nunca es probar cosas nuevas en una carrera de estas características, como estrenar zapatillas, probar por primera vez los geles, hacer probaturas con los avituallamientos, etc. pero claro, hay que estar allí.
El Speaker nos dice que somos unos 3800 bikers, además de las otras modalidades que también se dan cita en el Soplao. Anoche a las 23h salieron los de la ultramaraton, 115km corriendo. Después de nosotros salen los del maratón de montaña 45km corriendo, los de la combinada, 45km a pata y luego 70km en bici por la ultima parte de nuestro recorrido. Además también salen los de la marcha a pie. Con tanta gente participando, acompañantes, vecinos, voluntarios, organización, etc, es un espectáculo digno de ver.

 
Con todo a punto, se oye la traca, nos llega el olor a pólvora mientras se escuchan los ya tradicionales acordes del Thunderstruck de AC/DC y nos empezamos a mover. La verdad es que es para vivirlo y quedarse “trunderstruck” o lo que es lo mismo, atónito, estupefacto, impresionado,… y también seguro que algunos un poco acojonados. Me despido de Ricardo, le vuelvo a recordar que vaya a su ritmo y que regule, y vamos acercándonos al arco de meta. Algo más de 2 minutos desde que salieron los primeros.

Si el tiempo aguanta y no llueve la idea es terminarla y tratando de quedar el primero de los pikados, si la cosa empeora el objetivo cambia y puede ser desde tratar de acabarla simplemente o si ya es otro infierno, evaluar y decidir sobre la marcha que hacer. Pero bueno de momento hemos empezado bien.
Al salir más atrás de lo habitual, hay que tratar que aprovechar cualquier hueco para ir ganando posiciones. En la carretera es más fácil pero una vez que entramos en los caminos y además esta año que han puesto unos rampones hormigonados iniciales la cosa se complica mucho mas. Afortunadamente no tengo que parar por tapones ni estrechamientos pero si es verdad que hay que ir despacio, haciendo equilibrios para no tocar la rueda del de delante y mantener la tracción. Los de mas atrás si esperaron lo suyo por los tapones.
 
 
Al poco adelanto a David que se va peleando con el track en el GPS. Este año solo Chema ha salido con la indumentaria Pikada, bueno y David también con el culote, pero el resto debido a las condiciones del tiempo no nos arriesgamos, ya que no hay indumentaria de invierno. Esto tiene el inconveniente de que es difícil distinguirnos. Así, no me di cuenta cuando adelanto a JuanVi.
Los kilómetros iniciales, se hacen llevaderos al tener que ir más despacio de lo que se puede, aunque quizás me va a venir bien. Solo noto un dolor en el glúteo izquierdo, y eso es la primera vez que me pasa. Las piernas todavía un poco aletargadas pero bastante bien, después de la semana casi completa de descanso. Solo hice 1h30 de rodillo el miércoles y el jueves fui a ver a Miriam para que me diese un masaje suave en las patas.

Es complicado a veces adelantar porque además de que no hay hueco, hay gente que va en grupo ocupando el ancho del camino y no puedes ir avanzando, cuando realmente hay huecos por delante. Se que esto me va a pasar hasta que se vaya estirando un poco, pero con tanta gente, pasaran 15 o 20 km. Chema y Santi sigue por delante.



Antes de llegar al inicio de La Cocina donde retomamos ya el track original de otros años, me tomo el primer gel para afrontar las primeras rampas serias. Mas tramo hormigonado que otros años, lo que ayuda a la tracción. Muchísima gente animando en esta zona. Que jodios, siempre se ponen en las zonas mas duras, será para ver como sufrimos???
Se acaba el asfalto y empiezan los problemas, menos tracción, hay barro, fila india para seguir una trazada buena, hasta que como suele pasar, alguno echa pie a tierra y se acabó, toca hacer lo mismo. En alguna ocasión traté de ir por fuera pero era difícil, así que a patear un tramo hasta que de nuevo la pendiente aminora y puedes volver a montar. El barro va haciendo de las suyas y se va pegando a las ruedas. Arriba del todo evalúo si tengo que parar o no para quitar barro pero parece que no. Sigo y trato de pasar por encima de los charcos en vez de evitarlos, para ir “limpiando” algo la trasmisión.
 

Comienza la segunda parte de la ascensión, la subida a las cuevas. Este año la han asfaltado. Nada que ver con ediciones anteriores donde también había piedras y algo de barro. Esta vez se hace más llevadera. Bloqueo la horquilla y voy mirando las zetas por delante a ver si localizo a Chema y Santi pero no les veo.
Llego arriba y no paro en el AV. Tengo medio bidón lleno. La bajada está peligrosa, como de costumbre, muy resbaladiza con el barrutillo colorao, pasos de agua en “V” delicados, etc. Siempre hay alguno que cae a las primeras de cambio.
 
 
Me pasa gente, normal, pero esta vez creo que menos que otros años. Al llegar abajo me doy cuenta que tenia bloqueada de la horquilla. Jodeeeerrrr, asi claro, no me extraña que botase tanto.


Al llegar a Celis están los vecinos del pueblo para dar un manguerazo a las bicis, es la leche como se vuelca la gente durante todo el recorrido por los pueblos que pasamos.


Yo no paro y sigo por la carretera. Tengo suerte y me engancho con un grupo que va deprisa. Opto por no relevar, que no hay que desgastar, pero al ver que vamos a llegar al cruce del rio me pongo en cabeza para tratar de evitar luego el atasco al cruzar.


Efectivamente hay ya mas gente allí intentando cruzar de piedra en piedra para no mojarse pero es tarea difícil y lenta, así que decido meter las patas, que para eso llevo las botas goretex y calcetines waterproof, la cinta americana hace el resto. No obstante, trato de no meterme hasta las rodillas.

Alguno también aprovecha para lavar un poco la bici, si no ha tenido antes la oportunidad. Cualquier momento es bueno.


Después del cruce me vuelvo a juntar con un par de ellos que van rápido y hacemos la transición hasta volver a salir a la carretera bastante deprisa. Me tomo el segundo gel pensando ya en el monte AA. Ufff ya estoy cansado de escribir la crónica y solo llevo el relato de los primeros 40km jajaja.
La subida al monte AA la hago con todo metido y regulando, sin darme calentones ni seguir ninguna rueda. Sigo sin ver a Santi ni a Chema. Dudo de si les alcanzaré en algún momento. Mucha gente también animando en las rampas duras del monte AA, la mujer de las gominolas, aunque ahora no recuerdo si fue aquí o luego en el Moral. Al salir del arbolado y empezar segunda parte, ya algo menos empinada, se tiene unas vistas espectaculares. El tiempo esta acompañando, joderrrr, que siga así, por diooossss. Es más, paso algo de calor y me tengo que abrir la chaquetilla casi por completo.
 
 
Llego a la cima, me subo un poco la cremallera para la bajada y aprovecho para comer media barrita. En la bajada curiosamente solo me pasan dos o tres pero yo adelanto a unos cuantos, e incluso alcanzo a los que me adelantaron ya abajo del todo y me hacen un buen tramo de carretera tirando fuerte. Pero iban en grupo y pararon en la carretera después de pasar Ruente, para avituallarse en un coche de apoyo. Me quedo solo y hago el tramo hasta llegar al Avituallamiento coincidiendo con la gente que va haciendo la marcha caminando. Muy buen ambiente. Todo el mundo anima, los bikers a los caminantes y viceversa.

Llego al avituallamiento clave, situado al comienzo de la subida al Moral. Aquí realmente empieza lo duro, Km 66, si llegas bien a este punto tienes opciones, si no la cosa se puede complicar mucho. Hasta ahora hemos hecho subidas duras pero cortas, pero ahora van a ser mucho más largas.
Aquí si tengo que parar porque ya no tengo liquido. Al llegar diviso un maillot Pikado y obviamente es Chema. Coñoooo!  Por fin!!!. Está ya casi preparándose para salir, asi que no puedo perder mucho tiempo. Relleno el bidón, echo las pastillas de sales de Isostar, cojo un plátano para llevar y me termino la barrita que había empezado.

Nada más comenzar la subida veo a Chema. Va con otro y les voy recortando fácilmente, aunque ahora que le tengo cerca tampoco quiero cebarme. Al irme acercando veo que quien va con Chema es Santi. Bingo!!!!  Voy a matar dos pájaros de un tiro. J
Estoy a la par un rato y les doy conversación pero veo que Santi no tiene el cuerpo para charlas, asi que viendo el panorama, decido agilizar un poco para tratar de llegar con ventaja a la cima, ya que en la bajada se supone que me cogerán. Curva tras curva voy sacando ventaja y veo que Santi se ha quedado bastante mas atrás que Chema. Me aprovecho del ritmo de uno de azul que me pasa y trato de seguir esa referencia. El tiempo sigue acompañando, pero ahora si que paso calor, tengo los guantes mojados por dentro de sudor,  me los quito y los pongo cubriendo los puños para que se vayan secando. Qué gozada, la subida del moral sin guantes y con la chaquetilla abierta casi al completo.

En la segunda mitad de la subida me tomo otro gel que hay que ir dando gasolina al cuerpo. Lástima que no tengamos un indicador de la cantidad, el tipo de combustible y el momento de rellenar. Sería la leche.!!! Un kilometro antes de llegar vuelvo a colocarme los guantes para la bajada.
Llegamos arriba. Miro hacia atrás y veo que debo de sacar a Chema un par de minutos como mucho. Puede ser suficiente para que no me alcance en la bajada. Además esta bajada tiene al final tramos de pedalear. Nada más empezar a bajar me como el plátano que llevaba desde el avituallamiento. Efectivamente llego abajo y no veo a Chema por detrás. Es importante evitar contacto visual. En la carretera hacia Barcena Mayor también me engancho con otro a relevos, pero se queda antes de llegar al pueblo. Otro momento bonito, cruzar el pueblo empedrado, con los ánimos de la cantidad de gente que hay allí. Y además al ir solo, parecía que iba el primero, jajajaja.
 
 
A los pocos kilómetros de cruzar el pueblo llega el avituallamiento. Tengo que rellenar, comer un plátano, coger otro para la subida, y echar un pis. No llega a dos minutos. Cuando reanudo todavía no ha llegado Chema, así que la estrategia del NO contacto visual va bien.
Comenzamos Cruz de Fuentes, segundo puerto largo de la ruta. Estamos en el km 85. Tenemos 15km por delante con algún descanso de por medio y los últimos 5 que cuestan algo más. El plan es igual que en El Moral, subir regulando lo más posible yendo de menos a más. Empiezo pasando a gente fácilmente, lo que indica que la cosa pinta bien. Alguno que me pasa, no llega a irse por completo e incluso vuelvo a cogerle. Así nos vamos turnando otros dos y yo. Parece que sin querer nos hemos pikado un poco.

La subida se hace larga y el tiempo sigue respetando, ahora está nublado y hace algo mas de fresco, pero mientras no llueva no importa. En el descanso, como su propio nombre indica nos lo tomamos para eso, descansar un poco y aprovecho para comerme el plátano que cogí abajo. A partir de aquí la cosa empieza a cambiar. Me cuesta seguir a los compañeros de ruta, aunque no se me van mucho. Hay un punto de inflexión. El pike entre nosotros no me ha sentado bien, así que les dejo ir y sigo a mi ritmo. Al menos sigue sin pasarme nadie más.

Llegamos arriba, paro a cambiar el agua al canario y sigo. Empieza a llover ligeramente y parece que presagia una tormenta, pero afortunadamente va en dirección opuesta a la nuestra. Llego a mojarme un poco pero decido no parar a ponerme el chubasquero confiando en que no serán más que cuatro gotas. Y así fue, aunque ha dejado algo mojado el terreno y después de crestear un poco viene la bajada algo técnica y peligrosa donde se me cansan los antebrazos de tanto frenar. Aquí ya me pasa alguno, pero como todo lo que baja luego sube, pues se vuelven las tornas y recupero las posiciones.
La subida a Ozcava, ya va haciendo pupa en la gente. Alcanzo a algún grupillo que va en reserva. Yo sigo tratando de mantener el ritmo porque queda todavía mucha tela que cortar. En este tramo está el del cencerro, que no para de animar, al menos a mi lo hizo desde la distancia, porque a algún otro le hizo sonar el cencerro a dos palmos, jajaja.

Llegamos al avituallamiento de Ozcava y toca la misma operación, pero aquí en vez de plátano me apetece un dulce, un bollito de miel y hojaldre, a ver qué tal me sienta. En la reanudación, miro para atrás pero no hay rastro de ningún pikado.

Aun queda subida y algún repecho cabroncete que se las trae, para llegar por fin a lo que antes llamábamos Venta Vieja e imagino que se sigue llamando aunque en el perfil solo aparezca Ozcava. Ha bajado la temperatura y hay que prepararse para la bajada a los Tojos, la primera parte por pista con piedra incrustada que te hace vibrar hasta los empastes y luego por la carretera con curvas de herradura.

Cuando empezamos la misma, me alcanza uno por detrás que tiene pinta de ser o master 50 o 60 por el aspecto, o a lo mejor es que la vida no le había tratado bien, pero el tío andaba. Me avisa que la carretera está abierta al tráfico y que las curvas hay que tomarlas por el lado derecho. Le miro con extrañeza y asiento diciendo que ya lo se. Lo mismo he sido un poco rancio, así que le doy las gracias de todas formas por el aviso y me voy detrás de él. Una vez abajo ya en la carretera en dirección a Correpoco, (nueva variante), le doy algún relevo pero finalmente me descuelga. Otro síntoma de que ya empiezo a ir cansado.
Y empieza la fiesta. El tramo nuevo desde Correpoco a Cabuerniga, son solo 5km pero tiene tela. Hay de todo, rampas duras, caminos de piedras, zonas más técnicas, para terminar la guinda con un par de kilómetros de barrizal, que no se si es barro o mezcla con las boñigas de las vacas, pero es pegajoso por unos momentos y resbaladizo por otros. Hay que desmontar varias veces y al final un buen tramo a pata con el barro hasta los tobillos. Agggggg.

No me quiero ni imaginar cómo podría estar esto si llega a estar lloviendo. En fin, hay que seguir y pensar que solo queda el Negreo y ya está prácticamente hecho el Soplao.
Pero no solo hay que pensarlo sino hacerlo, y en cuanto empieza el primer cuestón se te quitan las ganas incluso de pensar. Recuerdo de ver penar a los profesionales el año pasado en la etapa de la bola en la vuelta a España y ahora me veía ahí, pero siendo yo el que sufría. La gente haciendo pasillo e incluso empujando a algunos. Hay tres tramos bastante jodidos, menos mal que el agarre es perfecto con el hormigón, pero ni siquiera intento ponerme de pie por la pendiente que ronda el 20% en los dos primeros y se acerca al 25% en el tercero donde hago alguna S para poder llegar arriba. Dios mío que sufrimiento!!!.

Pregunto a un buen hombre si hay mas tramos de estos y me dice que no, que ya suaviza y se mantiene del orden del 10%. Ah, bueno, eso ya es otra cosa. La verdad que después de los rampones se agradece que solo haya un 10% !!.  Pero hay que subirlo y hay zonas también con tramos de piedras donde hay que desmontar un par de veces, mas por el cansancio que por la dificultad en si.
Se puede divisar ya toda la subida y ver el fin al final de collado. Y una leche!!!, Llegas allí y todavía queda mas. Será ya aquello el final??  Pues no, se suceden 3 o 4 altillos para por fin alcanzar la cima. Su pu…. Madre.  Ufff.
 
 
Paro en el avituallamiento, relleno el bidón, otro bollito de miel y tiro para abajo. El vendaval ahora es fuerte y cuesta mantenerse en la trazada porque entra de costado, aunque en alguna curva que te da de frente te deja completamente parado. A mitad de bajada hay otro tramito con un par de repechos que ya te hacen pupa. Finalmente bajada hasta la carretera y dirección a Cabezón. Son solo 6km y ahora da el aire a favor. Voy pasando a gente que yo creo que no ha hecho el recorrido completo porque van clavados. Sin embargo dos que si están haciendo se me han enganchado por detrás y uno de ellos entra al relevo.

 Asi nos plantamos prácticamente en el pueblo, enlazamos las curvas de acceso a meta y “SAN SEACABO”. Uffff: Miro al reloj del crono y marca 9h51´. Casi 15 minutos mas que el año pasado con las condiciones que hubo entonces. Es evidente que el cambio del recorrido lo hace ahora mucho mas exigente.
Me voy a la carpa a comer algo, pongo un wasap en el grupo pikados para avisar donde estoy y espero un rato pero no llega nadie. Decido subirme a la casa porque está empezando a chispear. Cuando estoy allí me llama Chema que ya ha llegado. Ha tenido avería mecánica. Espera a que llegue Santi y se suben también a la casa. JuanVi llega unos 30 minutos mas tarde.

Después de la ducha me bajo a esperar a David y Ricardo. Antes de alcanzar las 13 horas desde la salida llega David y me dice que Ricardo va a tardar bastante más, que le perdió de vista en Ozcava. David se sube con Chema que había bajado a buscarle y yo sigo esperando. Empieza a llover ahora con más fuerza, mientras sigue llegando gente. No identifico a Ricardo de ninguna manera.
Al cabo de un buen rato me llama por teléfono diciendo que ya ha llegado. Coño!! Pero si no te he visto!!. Al ser ya casi de noche y llevar el chubasquero no le distinguí y estuvo allí esperando unos 15 minutos. Sin embargo esta superfeliz, le veo en una nube, coño!! Que ha acabado el Soplao, y aunque ha tenido problemas estomacales ha conseguido superarlos y acabar. El tiempo no es importante, al menos en la primera participación.

Mientras van llegando mas ciclistas, a los que les h engullido la noche y la lluvia. En esas circunstancias la situación es muy complicada.


Vamos al coche y subimos a la casa para que se de una ducha y volvamos a bajar para la cena que se nos ha hecho algo tarde. Son casi las 23h cuando empezamos a cenar, otra vez por supuesto en el Palacio de Bracho. La cena genial. Y sobre todo tirada de precio.
Esta noche duermo como un lirón y eso que pensaba que al estar tan activado iba a ser difícil conciliar el sueño. Eso si a las 8 de la mañana del domingo diluviaba. Menos mal que no fue el sábado. Yo creo que se alinearon los planetas.
 

Después de desayuno en la casa con las cosas que todavía quedaban, nos despedimos de Blanca hasta el año que viene y emprendemos el viaje a Madrid.
El año que viene a lo mejor no me vuelven a ver el pelo, jajaja.

Las clasificaciones finales fueron estas:
Pto         Nombre              Tiempo Neto
187         JOTAELE              09:49
345         CHEMA               10:34
406         SANTI                  10:46
569         JUANVI                11:20
1115      DAVID                  12:51
1488      RICARDO             13:37
 
Hasta el año que viene.
JL
 
 

 

 

 

 

4 comentarios:

Unknown dijo...

IronJLman, sois unos fenómenos de la naturaleza.
Jesus V.

Jotaele dijo...

Muchas gracias Sr. Vela. Hacemos lo que podemos, pero no te creas que es para tirar cohetes, que los hay mucho mas Iron, jajajaja

Anónimo dijo...

solo el salir es de heroe, es la leche yo me lo estoy plaanteando aunque sinceramente lo veo sobre humano, salgo bastante con la bici y estoy subiendo mucho pero pff es salvaje. de hecho no se ni cooomo prepararlo, he hecho tiradas de hasta 6 horas de mtb pero roto y eso que eran más bien llanas, ES UNA PROEZA LO VUESTRO OS FELICITO
mi email. mariomadmad@hotmail.es

Anónimo dijo...

Buenas, enhorabuena por terminar tan bien.
Pero no todo es terminar bien, también es saber ser buen compañero y eso tú parece que no lo manejas bien.
Sólo piensas en ganar a la gente, sin ayudarles en los relevos, por que eso te cansa. Es mejor ir en plan parásito, que cooperar. No es muy buen ejemplo, la verdad.