Puertos Míticos Avila (Reconocimiento)

Avila
15 Mayo 2011

Afortunadamente el domingo nos acompañó el tiempo y pudimos disfrutar de un día perfecto para dar pedales con la flaca por los puertos míticos de Avila. Dos años después volvimos a juntarnos los mismos cinco jinetes, (Santi, Ferdy, Javi, Jose y yo), para hacer el reconocimiento de la ruta que tendrá lugar el día 5 de Junio. Después de las tormentas del sábado por la tarde, amaneció el domingo despejado con alguna bruma en zonas de montaña que se disiparían rápidamente. La temperatura sin embargo es baja a primeras horas por lo que perneras, manguitos y chaleco cortavientos se hacían imprescindibles.

Salimos desde Avila a las 9.30 para tomar la N-403 y afrontar el primero de los cuatro puertos del día, La Paramera, nombre complicadísimo que el abuelo del grupo no conseguía memorizar. Está demostrado que las neuronas se desgastan con progresión geométrica a partir de los 52. Son esos los que tienes, verdad Javi?

La subida a La paramera es de 15km pero tiene descansos e incluso alguna bajada entremedias. Javi nos va diciendo constantemente que nos lo tomemos con calma que la ruta es larga. La verdad es que no le hacemos mucho caso y cada cual va cogiendo su ritmo y al final se queda un poco. No pasa nada Javi, esto es así. Llega la bajada y ahora es Javi quien encabeza el grupo trazando suavemente las curvas. Esto creo que lo hacía para que Ferdy no se descolgase. Que cabroncete que soy, verdad?

Llegamos a El Barraco y giramos a la derecha para coger una carretera que nos lleva hasta Navalmoral de la Sierra y después a Burgohondo. Terreno de subibajas pero que como todavía estamos frescos no se hace duro, sobre todo porque me quedo el último del grupo y no entro a los relevos hasta llegar casi a Burgohondo. Paramos en la fuente de siempre para rellenar y continuamos para comenzar el puerto de Serranillos. Pero no llevamos ni 5 minutos cuando el tubular trasero de Santi decide soltar todo el aire de golpe.

¡Vaya susto!. Menos mal que íbamos en llano. Parada larga, larga, muy larga para cambiar el tubular. Recordarme no pasarme nunca a los tubulares, al menos en una marcha, porque casi nunca pinchas, pero como pinches,... tela... Despega, limpia, quita válvula, acopla, coloca el nuevo tubular, que se pegue bien, infla, ajusta, infla, etc., etc. Media hora más o menos. Menos mal a la superbomba de Javi, con manómetro incorporado, porque la de Santi había perdido la junta de goma que se acopla a la válvula. Después de la reparación continuamos, pero Santi está mosca con el tubular y habrá que tener precaución en las bajadas.

El puerto de Serranillos tiene tres partes. Seis primeros kilómetros suaves, entre el 4 y el 5%, una bajada hasta el pueblo y algo de llaneo para finalizar con ocho kilómetros algo más duros, alrededor del 5,5%. Alguna rampa de más del 7% según se sale del pueblo y tambien al final del puerto. La pendiente no es exigente pero la longitud hace mella. Jose y Santi se van por delante hasta el pueblo donde les damos caza. Ferdy decide aumentar el ritmo y Jose con él. A mi estas arrancadas me sientan fatal, asi que voy siguiéndoles a mi ritmo a unos 50m de distancia.

Por detrás Santi a otros 50m y Javi cerrando el grupo subiendo al 85% para no despeinarse. Vale, ya sé que no se despeina ni yendo en un descapotable pero era por hacer la gracia. Yo tenía pensado exprimirme en alguno de los puertos, pero no en todos, que luego pasa factura, asi que visto como se ponía la cosa, decidí que Serranillos iba a ser el puerto elegido.

Faltando unos cinco kilómetros meto el plato y me voy a la caza del duo delantero. Cuando me ven que me acerco, los cabronazos aprietan, pero no lo van a tener fácil. Sigo apretando y poco a poco les doy alcance. Decido seguir con ese ritmo y que sea lo que Dios quiera. Al mirar hacia delante y ver lo que queda a veces dudo si voy a aguantar o no, pero no miro para atrás y sigo. Sé que estos dos son duros de pelar. En el último kilómetro veo que Ferdy se ha quedado. Jose me dice que me va a respetar ya que he hecho la última parte yo. Es decir eso y bajar dos piñones, ponerse de pie y salir disparado. Lo sabía, Torpedo hacia lo mismo, pero después del calentón no tenia piernas para hacer el sprint.

Hace dos años recuerdo que fue Jose quien se quedó y le gane el sprint a Ferdy. Que memoria tengo, verdad?. Arriba nos hacemos las fotos en el cartel del puerto y comenzamos el larguísimo descenso.

Lo hacemos tranquilos siguiendo a Santi por si acaso el tubular no ha asentado bien. A mitad de bajada hay un minipuerto de 2km hasta llegar a Pedro Bernando donde nos calentamos otra vez y eso que constantemente estamos diciéndonos que no nos vamos a atufar (palabra acuñada por Santi). En el pueblo paramos en un parque para rellenar, continuamos y en la bajada es Javi quien pincha. Si es que no se puede comprar cubiertas de mala calidad. :-). Terminamos la bajada y antes de empezar el puerto de Mijares, paramos en una gasolinera a repostar. Un par de donuts, Coca-Colas, etc van a ser el combustible para el puerto. Gracias por la invitación Ferdy.

Mijares tiene 23km de subida, con una pendiente media de un 5%, con un par de tramos de los dos pueblos que además de ser adoquinado, la pendiente se incrementa hasta el 9%.

Nada más comenzar, se repite la jugada, Ferdy y Jose por delante, Santi y yo a unos 20 metros y Javi algo más atrás. Vamos manteniendo la distancia hasta el pueblo de Gavilanes donde a la salida Santi y yo decidimos esperar a Javi porque hay posibilidades de confusión. Efectivamente, tarda en llegar porque había parado a preguntar. Una vez reagrupados subimos a un ritmo cómodo. Ese ritmo cómodo significa que yo voy al 85% de mis pulsaciones máximas, Javi al 82% y Santi al 75%. Alguno no tiene bien los limites.

A mitad de puerto nos encontramos a Ferdy y Jose que nos están esperando. Gracias chavales. ¿Qué iba a ser de vosotros sin nosotros? A todo esto, en la subida no nos hemos cruzado con nadie, ni bicis, ni motos, ni coches, y en Serranillos tres cuartos de lo mismo, bueno allí, alguno que otro. La subida la vamos haciendo muy amena, tanto por el ritmo como por los comentarios de Javi. Eres un genio Javito. Paramos nuevamente a rellenar en una curva donde es "accesible" una chorrera y Santi y yo nos la jugamos para poder llenar los bidones. El último tramo del puerto, debía de haber un cartel de "empieza la serie" que yo no vi, porque Jose da un demarraje que no nos da tiempo ni ganas de seguirle. La verdad es que el tio esta fuerte, hay que reconocerlo.

Más fotos en la cima, alguna de ellas artísticas. Hoy el día es perfecto, hay una temperatura muy agradable y no sopla el viento, asi que nos dilatamos un poco más.

Nos abrigamos con manguitos y chalecos para la bajada que entre Santi y Javi van marcando. Hay algunas zonas con gravilla suelta donde hay que extremar la precaución. Llegamos a Villanueva de Ávila y nos encontramos con la carretera cortada por "Voladuras Periódicas". Sin embargo parece que la carretera está recién arreglada y nos metemos. Qué gozada de último tramo de bajada.

En Burgohondo, rellenamos en la misma fuente que por la mañana y decidimos seguir ya hasta Ávila, total son solo 38 km. Pero claro es que hay más de 15 de subida entre la salida del pueblo y el último puerto. En los toboganes vamos Santi y yo tirando del grupo hasta llegar al desvío de Navalmoral donde empieza el último puerto del día.

Si Mijares es continuo Navalmoral lo es más, pero algo más suave, alrededor de un 4% de media, con alguna rampa que no llega a superar el 6,5%. Sin embargo hay que llegar con fuerzas aquí si no quieres penar de lo lindo. La subida la iniciamos todos juntos pero pronto Javi y Ferdy van cediendo. Mi ritmo de subida es el mismo que en Mijares (85%) asi que imagino que habrán levantado el pie.

Continuamos Santi, Jose y yo hasta la mitad del puerto donde Santi también levanta el pie. Yo sigo con el 85% hasta arriba donde el jodío de Jose en la última curva me vuelve a atacar. Intento seguirle pero me queman la piernas y desisto. Aquí si llegué al 95% durante medio minuto. Ferdy acusó el esfuerzo de las arrancadas en puertos anteriores y en este tuvo que aflojar el ritmo. Gracias Javi por esperarle y acompañarle. :-P

Reagrupamos arriba y solo nos falta dejarnos caer hasta Ávila. Y una leche. Ferdy tenia todavía guardada una bala en la recamara (eso sí, era de fogueo) y según bajábamos dándonos unos relevos rítmicos y ordenados, en uno de ellos, en vez de relevo Ferdy da un hachazo. Conseguimos neutralizarle y ahora es Josito quien lo intenta, la madre que los parió. Volvemos a enganchar a duras penas y asi dos o tres veces más, hasta que Ferdy desiste ya por falta de fuerzas. Menos mal que se acabó ahí la ruta. En fin, que estas cosillas también molan, dan chispa y vidilla a las rutas y vienen bien como entrenamiento.

Fin de fiesta en un bar con cervecitas con limón, picadillo, tortilla de patatas, etc., etc.

Fenomenal excursión, sí señor. Gracias a todos. Nos vemos el día 5 en Ávila. A bajar de las 6h30m.

JL