Cape Epic (MTB). La Resurrección. Día 8

28 Marzo 2010
8ª y última Etapa:
Oak Valley - Lourensford  (65km / 1640m)

Última etapa de esta preciosa, exigente y durísima aventura. Era la más corta aunque, por supuesto, tenía sus dificultades. Debido a nuestra progresión en la clasificación, nos pusieron en otro grupo más adelantado. Nos dio igual: fue llegar los primeros repechos y empecé a subir a un ritmo estupendo seguido por J.L. A veces, parecía que éramos mucho mejores que ellos, pues subíamos en plato mediano mientras la mayoría iba en el pequeño. Se convirtió en una rutina ir pasando constantemente a gente, parecía que era nuestra primera etapa y que estábamos totalmente descansados.


La etapa transcurrió tranquila hasta unos kilómetros antes de la meta. En las caras de la gente se mezclaba el terrible cansancio acumulado con la alegría y el orgullo de ver que quedaba muy poco para conseguir el objetivo final: acabar la Cape Epic. Destacar únicamente que me caí mientras pedaleaba al lado de una vía de tren. La rueda se me giró con una traviesa que sobresalía más de lo normal y salí disparado por encima de la bici, cayendo en el medio de las vías del tren. Afortunadamente, sólo tuve que lamentar un golpe en la rodilla, muy doloroso al principio, pero se pasó muy pronto.

Los últimos kilómetros estaban hechos para el disfrute del público que se había acercado a vernos. Transcurrían por caminos muy anchos y rápidos, terreno ideal para José Luís, que enseguida se puso a tirar a un ritmo de infarto. Se hicieron pequeñas grupetas de varios equipos, entablando una preciosa lucha por arañar puestos en la clasificación. Me encontraba muy bien y al principio pude seguir a J.L. sin problemas, lo cual ya es mucho. Pero ya sabéis que en este tipo de terrenos, J.L. no tiene rival y al cabo de un rato me era imposible pedalear a los más de 40km/h que J.L. mantenía sin problemas en ocasiones.

Haciendo un poco "la goma", completamos a velocidad de vértigo estos últimos kilómetros entre la algarabía de un público entregado que nos jaleaba sin parar.

Fue un precioso broche a los últimos momentos de esta épica aventura. J.L. y yo volvimos a cruzar juntos la línea de meta, con la sensación de haber completado con éxito una extraordinaria prueba física y mental.

Terminada la carrera y con casi dos meses de tiempo para asimilarlo todo, he de decir varias cosas:

- La primera es que he tenido un AUTÉNTICO COMPAÑERO Y AMIGO a mi lado todos estos días en Sudáfrica. Siempre estuvo en todo momento pendiente de mi y sin su ayuda hubiera sido muy difícil, por no decir imposible, superar los peores momentos, en especial el de la tercera etapa.

- La segunda es que mentiríamos si os dijésemos que todo ha sido bonito. Tuvimos muchos momentos malos y otros terríblemente malos. Y todos vosotros, que hacéis bicicleta, sabéis perfectamente de lo que hablo.

- La tercera es que, de igual manera, cuando empezamos a responder, la satisfacción llega en cascada y entonces ni te acuerdas de esos momentos malos, porque, sencillamente, puesto todo en una balanza, indudablemente tienen mucho más peso los buenos que los malos. Y también sabéis al tipo de satisfacción al que me refiero.

- Como ciclista, tengo que admitir que tengo un antes y un después desde que terminé la Cape Epic. En mis salidas en bici desde que he llegado, he notado una enorme diferencia a la hora de afrontar los obstáculos. Todo me parece mucho más fácil y llevadero. Así mismo, he aprendido mucho sobre mi cuerpo y mi mente cuando están al límite, pues nunca antes me había acercado tanto a él.

- Por último, recomendaros que la hagáis si podéis. Es un reto que deja pequeño todo lo que hemos hecho hasta ahora y eso es mucho decir.

Os mando un saludo a tod@s: a mis queridos Enanitos y nuestra guapa Blancanieves por su constante apoyo, a Javi, mi compañero de salidas y de inquietudes en bici en Cantalejo, a David "Yeti", por sus mensajes de ánimo (nos debes una sesión recuperadora, jeje), a David "Pikado" (que pena no poderos acompañar a ti y a J.L. en el El Soplao este año; harás mejor tiempo que el año pasado, seguro), a mis amigos Chema y Maxi, de la organización de Pedales de Lava en Lanzarote (ruta preciosa y espectacular donde las haya, impecablemente organizada por dos tíos encantadores y que os recomiendo sin dudarlo; fue un extraordinario entrenamiento para la Cape Epic).

David.

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